Llevamos unos días en que las polémica de las negociaciones secretas del acuerdo ACTA va in crescendo. En el Parlamento Europeo se presenta una declaración para que la firmen los eurodiputados, de forma que si la firman más de la mitad de los mismos, la declaración contraria a las negociaciones secretas sería adoptada. En el momento de escribir estas líneas, faltan 16 firmas, y hay hasta el 9 de septiembre para obtenerlas.
Curiosamente, muchos parlamentarios del PP español en el Parlamento Europeo no la han firmado, pese a que el Presidente del Grupo Popular Europeo sí lo ha hecho. Estos son los eurodiputados españoles que aún no han firmado, posicionándose claramente en contra de los derechos de los ciudadanos y a favor de los lobbys de la Propiedad Intelectual.
Por si no está claro que la ciudadanía europea está en contra de este tipo de negociaciones oscurantistas entre Europa y quien sea su contraparte, los negociadores de dicho acuerdo han informado al Parlamento Europeo en una reunión en la que se prohibió que ninguna información acerca de la misma se hiciera pública, razón por la cual el eurodiputado sueco del Partido Pirata la abandonó, al considerar el acto como una humillación al Parlamento Europeo, depositario de la voluntad ciudadana.
El diputado pirata, Christian Engström, como nos informan desde NacionRed, se enfrentó a una directiva de las sociedades de gestión de derechos de autor en un interesante debate como parte de un reportaje de la televisión del Parlamento Europeo.
Claramente, estamos, como denuncia, entre otros, Enrique Dans, ante el mayor ataque a las libertades civiles y a la democracia occidental que se recuerda. Con la excusa de luchar contra ciertos tipos de delitos, se criminaliza a los ciudadanos, protegiendo ocultos intereses económicos frente a los intereses legítimos de la sociedad en su conjunto, y destruyendo derechos que han costado sangre, sudor y lágrimas conseguir a las generaciones precedentes.
¿Dónde quedó aquello del interés general? En el bolsillo de unos cuantos.
Curiosamente, muchos parlamentarios del PP español en el Parlamento Europeo no la han firmado, pese a que el Presidente del Grupo Popular Europeo sí lo ha hecho. Estos son los eurodiputados españoles que aún no han firmado, posicionándose claramente en contra de los derechos de los ciudadanos y a favor de los lobbys de la Propiedad Intelectual.
Por si no está claro que la ciudadanía europea está en contra de este tipo de negociaciones oscurantistas entre Europa y quien sea su contraparte, los negociadores de dicho acuerdo han informado al Parlamento Europeo en una reunión en la que se prohibió que ninguna información acerca de la misma se hiciera pública, razón por la cual el eurodiputado sueco del Partido Pirata la abandonó, al considerar el acto como una humillación al Parlamento Europeo, depositario de la voluntad ciudadana.
El diputado pirata, Christian Engström, como nos informan desde NacionRed, se enfrentó a una directiva de las sociedades de gestión de derechos de autor en un interesante debate como parte de un reportaje de la televisión del Parlamento Europeo.
Claramente, estamos, como denuncia, entre otros, Enrique Dans, ante el mayor ataque a las libertades civiles y a la democracia occidental que se recuerda. Con la excusa de luchar contra ciertos tipos de delitos, se criminaliza a los ciudadanos, protegiendo ocultos intereses económicos frente a los intereses legítimos de la sociedad en su conjunto, y destruyendo derechos que han costado sangre, sudor y lágrimas conseguir a las generaciones precedentes.
¿Dónde quedó aquello del interés general? En el bolsillo de unos cuantos.
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