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Mostrando entradas de febrero, 2010

De Listas (y listos)

Revuelo generalizado por la ya famosa lista 301, que elabora anualmente la IPAA, el lobby americano de la propiedad intelectual. Hay un excelente análisis sobre el contenido de la misma en el blog de David Bravo . Una de la 'perlas' más interesantes, que denota la caradura con la que esta gente usa al Departamento de Comercio de los EE.UU. es el apartado dedicado al software libre. Como diría el afamado filósofo Jesulín de Ubrique, 'en dos palabras, im-prezionante'. Llegan al absurdo bochornoso de proponer la vigilancia sobre paises como Brasil o India por 'favorecer la implantación de software libre en la Administración'. El Eje del Mal del software libre , como podíamos leer en diario Público. Como esto siga así, estos 'listos de la Lista' pronto propondrán que, directamente, todos los ciudadanos del mundo les 'donen' obligatoriamente su salario, no vaya a ser que se lo gasten en Internet. Y eso, si Internet sigue existinendo, porque las fi

Conferencia en Aranjuez

He sido amablemente invitado a impartir una conferencia en el colegio Salesianos-Loyola de Aranjuez, dentro de los actos de celebración de su 25 aniversario. En este caso, hablaré sobre Cloud Computing, desde un punto de vista tanto tecnológico como económico y social. Puede descargarse el programa de los actos desde la web del colegio (http://www.salesianosloyola.com/).

Una de cal y otra de arena

La de cal. Al parecer, en cuanto alguien sabe algo de leyes, de cómo han de generarse, y de la prelación lógica entre los derechos colectivos e individuales, la ya conocida como 'ley Sinde' les parece cuanto menos inadecuada. Algo así ha dicho el Consejo Fiscal, según el diario Público: El Consejo Fiscal critica la 'Ley Sinde' para cerrar webs . ¡Como si la opinión de gente preparada y que sabe de lo que está hablando fuese válida para un político! La de arena. Ejemplo del tipo de políticos que hay en este país lo tenemos con el Sr. Ministro de Industria, Miguel Sebastián, que se apunta al carro de romper la neutralidad de la red, y que paguemos, además de por estar conectados a Internet, por acceder a servicios como Google. Lo podemos leer en el diario El Pais: Sebastián afirma que es "una opción posible" que las operadoras cobren a Google . Casualmente, lo mismo que dijo César Alierta hace pocos días. ¿Acaso Sebastián responde a la voz de su amo?. Si no, a

La red es mía, y si quiero la rompo

El presidente de Telefónica, en un alarde estratégico, ha decidido, cual entidad de derechos de autor cualquiera, que los buscadores de Internet han de pagarles por hacer circular los datos por las redes de la compañía otrora pública y española. ¡Como si los clientes, suyos o de otros proveedores, no pagásemos ya por nuestro acceso a Internet! En definitiva, un intento más de romper la neutralidad de la Red . Veámoslo con más calma. Para que exista un servicio web en Internet hacen falta tres cosas: una red por la que transmitir la información (a ser posible, cumpliendo la velocidad contratada), un proveedor de contenido de ese web, y usuarios que den sentido a la existencia de dicha información. Esta es la maravillosa ecuación que ha convertido Internet en el fenómeno que es hoy, con multitud de servicios diferentes, y con cientos de millones de usuarios en todo el mundo. Sin proveedor de contenidos, ¿para qué íbamos a contratar los usuarios una conexión a Internet? Es decir, la

El cascabel al gato

Por fin un país se atreve a retar al poderosísimo lobby internacional de los intermediarios culturales. En RTVE se comenta la siguiente noticia: "Brasil prepara una ley de descargas opuesta a la española" (es decir, buena). Tras el aclarador titular descubrimos que lo que pretende el gobierno de Lula es imponer un canon a las telecos para que con su importe se retribuya a los autores, garantizando a su vez el derecho a la copia privada y a que las obras descatalogadas pasen al dominio público. Merece la pena el artículo, sobretodo porque se constata que, al contrario que en España, en Brasil el Gobierno no legisla para el lobby , sino para los ciudadanos (al menos, en este espinoso tema).